CUARENTENA COVID-19 CON PERRO: ¿QUÉ HACER DURANTE EL CONFINAMIENTO?

Este confinamiento al que nos obliga el coronavirus no sólo nos afecta a las personas sino que afecta en gran medida a nuestros compañeros caninos que son animales de rutinas y con conductas instintivas como el comportamiento exploratorio que se están viendo mermados por la cuarentena. Estamos 24 horas al día en casa con él, no nos ve salir a trabajar o simplemente a una compra que nos lleve unas horas, si tenemos niños no ve que estén ausentes durante las horas de colegio, nos ve incluso más nerviosos o estresados de lo normal etc. Y sobre todo una situación que se está dando es que le prestamos mucha más atención, jugamos más con él, pasa más tiempo cerca de nosotros o le saturamos con juegos o caricias. 
Pero… ¿Qué va a suponer para nuestros compañeros caninos nuestra vuelta a la vida normal? Lo más probable es que muchos desarrollen ansiedad por separación (debido al cambio que supone pasar de estar siempre con nosotros a quedarse de nuevo 6-8 horas sin compañía en casa), estrés y ansiedad (debido al cambio radical de rutinas, a la reducción drástica de tiempo que le dedicamos etc), inseguridades o miedos que antes no habíamos apreciado o que han desarrollado (como consecuencia de la disminución de estímulos ambientales en sus paseos: ruidos, personas paseando, coches-autobuses-camiones, otros perros…) durante el confinamiento y otros cambios de comportamiento “inesperados”.
¿Y qué podemos hacer para evitar o disminuir estos posibles efectos post confinamiento? En este artículo queremos hablaros de qué podemos hacer durante este confinamiento para prevenir los posibles problemas que hemos mencionado y en un segundo artículo, qué podemos hacer cuando se levante el estado de alarma para ayudar a vuestro compañero a volver a su vida normal sin provocarle demasiado estrés y haciéndoselo más llevadero.

-DURANTE EL CONFINAMIENTO:

  • Ejercicio mental y de estimulación.
    SÍ, pero con moderación y buscando calma y autonomía. Vemos estos días muchos tutoriales, retos, charlas etc. Sobre juegos y ejercicios para hacer con nuestro perro en casa para estimularlo cognitivamente. Estos retos pueden ayudar a nuestro perro a reducir el estrés que supone no poder salir a dar paseos en sitios estimulantes o dejarles oler lo que quieran y relacionarse de manera normal además de mejorar nuestro vínculo con él. Pero también pueden suponer un problema si no los realizamos con moderación, buscando la calma para resolverlos y dotarles de autonomía e independencia para realizarlos (por ejemplo en ejercicios de olfato o juegos de inteligencia).
    En el caso de los ejercicios que suponen enseñarles habilidades o comandos nuevos, si no tenemos claro el tiempo de trabajo en cada sesión, cómo realizarlo adaptándolo al nivel de nuestro perro, sabiendo cuándo y cómo entregar el premio (comida o juguete) y cómo retirarlo después, realizar un aprendizaje con estructura y sobre todo sin sobreexcitación…pueden provocar más estrés en nuestro perro del deseado y otros problemas derivados del proceso de aprendizaje incompleto o inadecuado para el individuo (ansiedad por la anticipación de la comida, generar conductas cada vez que quiera pedirnos algo, el no ser capaz de realizarlos si no llevamos la comida en la mano, sobreexcitación que afecta en su estado emocional…).
    Además debéis haceros una pregunta más importante de lo que parece… ¿después del confinamiento vais a (poder) mantener sesiones diarias o incluso semanales de aprendizaje y desarrollo de estas habilidades o comandos? ¿Sabréis terminar dichas habilidades retirando el refuerzo de comida y llegando a generalizar dichas conductas con calma y sin sobreexcitación?
    Muchos de vosotros no estaréis seguros de la respuesta o directamente será NO. En este caso vuestros perros demandarán esa estimulación que le habéis estado dando ya que lo habrán tomado como parte de su rutina diaria y además, si lo habéis hecho bien, les gustará realizarlo, por tanto provocaremos estrés que repercutirá en su comportamiento. Si la respuesta ha sido SI, seguramente necesitaréis asesoramiento profesional para saber “cerrar” todos esos comportamientos creados y retirar la comida de la mano y de la ecuación además de seguir avanzando en nivel y dificultad de los ejercicios para que vuestro perro no se aburra. Quizás será el momento ideal (si habéis disfrutado de realizar actividades de aprendizaje juntos) para plantearos apuntaros a un club de habilidades o de alguna actividad dirigida por expertos en adiestramiento canino que os hagan avanzar paso a paso con criterio y conocimientos con el objetivo claro de seguir disfrutando juntos.
    En el caso de los juegos de olfato, son una actividad que debe ayudarles a calmarse y concentrarse en la búsqueda y ser capaces de resolverlas sin que tengamos que ayudarles simplemente como elemento de apoyo. En estos juegos se debe empezar con un nivel fácil e ir aumentando poco a poco según veamos que el ejemplar los va resolviendo con facilidad y tranquilidad.
    No se debe exceder más allá de los 10 minutos (y esto en perros con práctica previa) ya que requiere un esfuerzo tanto físico (usar la nariz y procesar lo que huele para llegar al objetivo) como mental (concentración, capacidad de procesar y elaborar “estrategias” para resolverlo) importante; se dice que 15 minutos de olfato pueden equivaler a 45 minutos corriendo. Además debemos ir incluyendo pequeñas variaciones en estos juegos para que no resulte aburrido para el perro pero sin pasarnos ya que podríamos provocar en nuestro perro frustración a un nivel que no sea capaz de gestionar o verse superado y que deje de gustarle este tipo de juegos. También es importante que lo diseñemos con criterio y teniendo en cuenta que nosotros no debemos resolverlo por él y que es necesario que sea él quien tome la iniciativa y decisiones para llegar al éxito.
    Recomendación profesional y personal: si no tenéis conocimientos previos sobre adiestramiento, cómo aprenden los perros, estructura de las conductas y de la creación de habilidades que incluyan hasta la fase de retirada de la comida de la mano, cómo funcionan los refuerzos etc. mejor que optéis por juegos de olfato sencillos o juegos de inteligencia o juguetes interactivos. En estos es mucho menos probable que creemos problemas emocionales o de ansiedad en el perro y no necesitamos una base teórica detrás. Más adelante os dejaremos algunos ejercicios de este tipo que podéis hacer y reglas básicas para que cumplan los objetivos que os hemos comentado.

  • Pautas para prevenir la ansiedad por separación después del confinamiento.
    Primero debemos conocer un poco más sobre la Ansiedad por Separación (A.P.S.) para poder abordarla desde el punto de vista del perro y de lo que provoca en él.
    La ansiedad deriva del miedo y es una respuesta fisiológica, conductual y cognitiva, caracterizada por un estado de alerta ante una señal difusa de peligro o amenaza.
    Los estados de ansiedad en un perro podemos clasificarla en dos niveles
    Inquietud - Equivale a un nerviosismo manifestado físicamente sobre una sensación de inseguridad. 
    Ansiedad - Predominan los componentes psíquicos con sentimiento penoso y de malestar interior.
      La ansiedad impide al animal recoger datos del ambiente físico o social que le capaciten a desarrollar respuestas adecuadas.
    Suele manifestarse la A.P.S. en los momentos de ausencia de contacto con su/s guía/s. Puede ocurrir cuando se van del domicilio o simplemente cuando están en una habitación diferente no permitiendo el acceso al perro. Hay perros que sólo la manifiestan ante la salida de la familia de casa y otros que pueden presentar ansiedad en ambas situaciones mencionadas. Durante estos días, bien de forma consciente o inconsciente, les estamos dando a nuestros perros nuestra compañía las 24 horas del día. Estamos devolviéndoles lo que la naturaleza les pide: vivir en manada. Todo el tiempo. Y esto es un riesgo para su capacidad de adaptación de nuevo a la soledad. Algunos perros no tendrán ningún problema en volver a su rutina anterior pero otros, desafortunadamente, sí.
    Queremos centrarnos primero en los individuos “de riesgo” para posteriormente ofrecer algunas pautas para prevenir la aparición de la ansiedad por separación en ellos. Si tu perro cumple uno, varios o muchos de estos puntos…
      - Ha tenido cambios significativos en los hábitos de vida diarios.
      - Si ha pasado un largo periodo en una residencia.
      - Si ha sufrido un cambio súbito de pasar mucho tiempo contigo a pasar poco.
      - Si ha existido una ausencia larga o permanente de un miembro de la familia.
      - Si su historial indica un problema previo de aislamiento social en los cuatro primeros meses de vida.
      - Si se frustra o aburre con facilidad.
      - Si ha presentado o presenta problemas de hiperapego.
      - Si presenta indefensión aprendida.
      - Si por edad o por enfermedad sufre disfunción cognitiva
     Tu perro tiene muchas probabilidades de desarrollar Ansiedad por Separación
    A poco que nos paremos a leer los puntos de esta lista, muchos de nuestros compañeros caninos encajaran en el perfil de perros con probabilidad de sufrir ansiedad por separación. Incluso si antes del confinamiento nunca la presentaron, hay dos puntos que sin duda son determinantes en la A.P.S. (señalados en negrita) y que casi todos los perros en este proceso cumplen.
    Pero… Si estamos recluidos en casa y no podemos salir, ¿cómo vamos a trabajar que nuestro perro se acostumbre a estar solo en casa?
    Aquí vienen algunas pautas que podemos practicar a diario… ¡sin salir de casa!
    (en algunas debemos salir al descansillo durante un par de minutos: mascarilla, guantes y desinfectar el pomo de la puerta y nuestras manos cuando volvamos a entrar):
      1. Procuremos no crear un exceso de apego en estos días. Intentemos no atender a las “exigencias” del perro en todo momento y ser     nosotros quienes iniciemos la mayoría de las interacciones.
      2. Asegurar ejercicio diario (Como el paseo debe ser corto, cualquier ejercicio de propiocepción os ayudará a mantenerlos en buena forma física, y podéis realizarlo con un taburete, un bosu, una silla, un barreño bocabajo o cualquier elemento que habitualmente encontremos en nuestro hogar).
      3. Estimulación: tener algo que hacer (juguetes que liberen comida, Kong rellenos, comida en alfombra de olfato…) disminuye la ansiedad. ¡Podemos realizar juegos de olfato muy divertidos y desestresantes para ellos sin tener que poner un pie en la calle!
      4. Ejercicios de estimulación cognitiva tales como que aprendan nuevos comandos que también nos serán útiles en su educación. Enseñadles los comandos básicos si no los tienen (sentarse, caminar al lado, tumbarse,…). Siempre de manera amena y divertida y desde la  motivación del ejemplar por realizar una actividad con nosotros sin crear dependencia de la comida. Si no estáis seguros de poder completarlos sin crear excitación o esta dependencia, podéis recurrir a juegos de inteligencia que hagáis en casa o podáis comprar (de la marca Trixie hay varios niveles de dificultad muy amenos).
      5. El perro debe aprender o retomar la costumbre de estar en una habitación distinta que la familia o el/la guía.
    No vale sólo el momento de dormir si no duermen con vosotros. Debéis elegir un par de horas por la mañana y otro rato por la tarde para que sea capaz de continuar manteniéndose tranquilo sin nuestra presencia.
      6. Habituación a las señales de partida. Aunque nos suene raro leer habituación en lugar de desensibilización, recordemos que nuestro perro aún no ha desarrollado el problema, lo que pretendemos es que no lo desarrolle. Hagamos pues como que salimos, pero sin salir. Y al revés. Podemos salir al rellano en ropa de estar en casa, por ejemplo, en zapatillas, y volver a entrar tras un minuto. O aprovechar para mirar el buzón del correo, vestirnos como si fuéramos a la calle, coger y soltar las llaves, abrir y cerrar la puerta etc.
       7. Practicar salidas “falsas”. Recordad lo que comentábamos de salir al rellano de nuestros pisos. Si después del confinamiento vuestro perro presenta alguna de las manifestaciones típicas de la Ansiedad por Separación (destrozar cosas, ladrar llorar o aullar, hacer sus necesidades, arañar puertas o morder muebles o paredes…), contactad con un modificador de conducta que os ayude a solventarlo con supervisión y conocimientos. Consultad también con vuestro veterinario, en ocasiones son necesarios fármacos o nutraceúticos como apoyo y es el que está cualificado para su prescripción si fueran necesarios.

  • Enriquecimiento ambiental en casa.
    ¿Qué significa esto exactamente?
    Se trata de dotar el ambiente de nuestro perro de estimulación que le haga sentirse más estimulado y “que se están saciando sus instintos”. ¿Qué podemos hacer? Os dejamos algunas cositas sencillas y generales que podéis plantearos hacer durante el confinamiento.
      • Olores nuevos que le gusten al perro: pueden ser en difusor, en aceites, ambientadores sin químicos... Algunos como sugerencia: lavanda, hierbabuena, rosa, manzana… Debéis observar si estos olores le gustan a vuestro perro y si le producen tranquilidad o excitación dependerá de cada individuo. Por ejemplo la lavanda suele inducir calma, si es así, podéis poner un poco cerca de su lugar de descanso. Podéis conseguir incluso macetas con césped y otras hierbas no tóxicas para animales y que sirvan para “traerle un trocito del exterior a casa”. Lo ideal sería adquirir pequeñas macetas de plantas olorosas que fomenten la curiosidad a través del olfato de vuestro compañero. Os dejamos un vídeo acerca de la aromaterapia y los efectos de diferentes olores en varios perros:
     • Alfombra olfativa para su ración de comida diaria.
    Podéis hacerla vosotros en casa (que además tendréis unas horas de entretenimiento) con una malla con agujeros o las alfombras que se usan para poner los platos fregados y es tan sencillo como hacer nudos con tiras de tela de camisetas o mantas viejas en todos los bordes de los agujeros. También podéis encargarla por internet si no tenéis materiales o no podéis hacerla vosotros. Vuestro perro estará “trabajando” para comer y usando su nariz que es el mejor relajante que puede tener.
       • Juguetes rellenables y otros rellenables caseros.
    El más habitual es el KONG pero si cada día lo rellenamos de la misma manera puede que vuestro perro pierda interés. Os sugerimos que cada día hagáis un relleno distinto e incluso que se lo deis congelado. Podemos usar frutas, caldos de diferente sabor (poniendo algo que haga de tapón en los agujeros y metiéndolo a congelar), su pienso alternado con trozos de pavo o salchichas y poner cosas en el agujero grande que hagan más difícil que lo saquen. Como juguetes caseros hay muchos vídeos o post que podéis encontrar por internet para hacer. Un ejemplo es una botella de plástico a la que haremos agujeros de diferentes tamaños y meteremos trocitos de pienso o premios o salchichas que tendrán que sacar.
       • Huesos recreativos y objetos que pueda roer y masticar (con supervisión).
    Roer y morder desestresa y además la novedad de por sí es una estimulación olfativa y mental muy poderosa. Dadle a vuestro perro cada día alguna cosa que pueda roer durante un rato y que luego desaparezca hasta el día siguiente e ir alternando varias cosas. Podéis usar desde cosas que pueden ser comestibles: orejas de cerdo secas, nervio de ternera, patas de pollo etc (se pueden comprar en tiendas online especializadas). “Juguetes” que están indicados para roer y limpieza de dientes: los hay en forma de hueso, con diferentes texturas y hasta naturales hechos de diferentes tipos de madera adaptada u otros materiales biológicos (por internet en tiendas podréis encontrarlos y conocer más sobre ellos). También hay huesos recreativos sobre los que podéis leer e investigar un poco y que podéis comprar en carnicerías. Como hemos dicho SIEMPRE CON SUPERVISIÓN sobre todo si nunca los ha probado puede tragarse trozos demasiado grandes y atragantarse o provocar obstrucciones ya que algunos de éstos son para roer pero no para digerirlos.

  • Paseos cortos, pero dejando al perro ser perro. 
    Sabemos que estamos en un momento en el que debemos salir lo justo y necesario. Los paseos son mucho más cortos, debemos llevar a nuestro perro atado y no podemos irnos mucho más allá de unas calles de casa.
    Algo que si podéis hacer es usar una correa de mínimo dos metros o dos metros y medio (fija) y dejar al perro elegir por dónde quiere ir, dejarle que se pare todas las veces que necesite a oler e intentad que después de hacer sus necesidades no nos vayamos inmediatamente a casa (podría asociar “hago mis cosas y se acaba el paseo” y alargar el tiempo que tarde en hacerlas).
    Aprovechad la “ventaja” de que hay pocos estímulos y personas por la calle para que si vuestro perro tiene problemas con éstos, podáis empezar a darle un valor más positivo. ¿Cómo? Por ejemplo, si tiene miedo o le provoca estrés un autobús o camión, sabiendo que ahora hay muchos menos por la calle, cuando oigáis uno que viene, premiad con algo que le guste mucho (ya sea comida o juego además de vuestra voz y caricias) y seguid el paseo. Podéis hacerlo con todo aquello que le provoque incomodidad o estrés en la calle y, quizás cuando volvamos a la vida normal ya que es probable que lo hagamos de manera progresiva, se consiga una habituación a esos estímulos que antes del confinamiento podían resultar un “problema”.
    Intentad que los paseos varíen un poco aunque sea en cambiar la dirección hacia la que os dirigís al salir por la puerta o la calle por la que volvéis a casa. Esto hará que vuestro perro estimule su nariz reconociendo olores que en el paseo anterior no tuvo posibilidad y se desestrese.
    Si os cruzáis con otro perro al que normalmente saludarían y, si ambos dueños estáis de acuerdo, dejad que se huelan con las correas destensadas (y respetando vuestras distancias personales) contando 3 segundos y animad a vuestro perro con un tono de alegría a seguir el paseo con vosotros. En el caso de que no nos sea posible que se saluden, cuando veas que un perro viene de lejos prepara unos premios y refuérzale que lo mire de lejos y no vayamos a saludarle. Siempre animándolo a seguir el paseo contigo. De esta manera, en perros que siempre saludaban a otros perros seguiremos reforzando el que los otros perros le provoquen emociones positivas aunque no podamos saludar y, si el ejemplar era inseguro o reticente hacia otros perros, cambiaremos un poco su emoción con respecto a ellos aunque sea a través de nuestro apoyo.
    Es aconsejable hacer unos ejercicios de olfato antes de salir de casa para que no salga con un nivel emocional alto (demasiado excitado) y salir con tranquilidad. No es aconsejable pedirle conductas justo antes de salir porque si provocamos una “contención” en el ejemplar, cuando le dejemos salir puede que salga con mucha más energía que antes de pedírsela. Es mejor hacer un sembradito de chuches justo antes de salir por la puerta y un poquito más allá de ella para que use el olfato si vuestro perro sale estos días con mucho nerviosismo. 

♦ EJERCICIOS SENCILLOS PARA HACER DURANTE EL CONFINAMIENTO:
   — Esconder premios o bolitas de pienso (u objetos) por una habitación de la casa, jardín o terraza.
 Podemos usar cualquier habitación en la que habitualmente el perro tenga permitido el acceso, esparcirlos por el suelo, en las patas de la silla, debajo de una mesa, en rincones donde el perro pueda llegar pero que tenga que usar la nariz para encontrarlos. Podemos hacerlo escondiendo también su juguete favorito o una pelota. Es recomendable ir incluyendo pequeños "obstáculos" o sitios donde poner los premios "no a la vista" con elementos que podamos tener en casa: sillas o taburetes bocabajo, macetas, cajas de cartón o de plástico, etc. Podemos coger cajas de cartón y hacer una montaña donde meter premios dentro, encima en los laterales, debajo… y que tenga que encontrar la manera de cogerlos.
  — Escondite.
Podemos jugar a escondernos por la casa y que tenga que buscarnos. Este juego es más sencillo si hay más de una persona en casa ya que uno puede sujetar al perro y otro esconderse. Es importante que a no ser que veamos que le está costando encontrarnos, no debemos dar pistas auditivas ya que el objetivo es que use su nariz para llegar a nosotros. También que el perro no se excite en exceso cuando vea que la persona se esconde así que la persona que o sujeta debe premiar por estar tranquilo mientras la otra se va. Ayudaremos al perro a ver que puede ser divertido perdernos de vista y que no pasa nada por ver que una persona se va. Es importante también darle un comando de inicio del juego (“busca” por ejemplo) y que el final sea juego y un premio de comida para rebajar los niveles emocionales y cerrar la secuencia de caza en la que se basan los juegos en el perro.
  — El trilero.
Usando por ejemplo vasos de plástico o tupper bocabajo, al principio no más de tres y según el ejemplar coja práctica en el juego aumentar. Escondiendo un trocito de comida debajo de uno de los objetos, lo movemos como en el juego del trilero y le pedimos que nos indique donde está la chuche. Cuando indique el sitio correcto (puede ser dando con el hocico, la pata o simplemente quedándose mirando el correcto) levantamos el objeto dándole acceso al premio.
  — Piscina de estimulación.
En una piscina, barreño o cubo metemos al fondo premios de diferente tipo y objetos que tengamos por casa como botellas vacías, papel hecho bolas, sus juguetes, canutos del papel higiénico etc. Las primeras veces que lo hagamos debemos poner pocos “obstáculos” para que el perro vaya cogiendo soltura en acceder a los premios y poco a poco iremos añadiendo más: cositas que hagan ruido (plástico o latas) o cosas que se muevan o que el perro no haya visto nunca.
Este ejercicio es importante adaptarlo a cada perro; en perros inseguros al principio será necesario poner sólo los premios y sus juguetes encima por ejemplo para que le de mayor importancia a la búsqueda que a los objetos motivadores. Según vaya resolviendo podréis añadir poco a poco otras cosas. Este juego puede aportar muchas cosas positivas a vuestro perro: mejor tolerancia a ruidos y cosas que se mueven, recuperación más rápida de pequeñas sorpresitas sonoras, concentración, autonomía, capacidad de decidir… Os dejamos un vídeo ejemplo de este juego donde podéis ver que pueden realizarlo todo tipo de perros y que seguro os da ideas para hacerlo en casa: